December 16, 2010

Un beau Samedi soir...

Salut mes amis! Bienvenue dans French Slop...à nouveau.


Lo sé, ha transcurrido mucho tiempo desde mi última entrada en este blog. Y sí, me sentí culpable por haberlo abandonado, pero aquí estoy de vuelta...Han sido meses de cambios muy buenos en mi vida, la verdad, estoy muy feliz! Je suis tellement heureux aussi porque tú estás leyendo mi nuevo post :)
Debido a las constantes horas de estudio y trabajo durante la semana, Mik y yo tratamos de disfrutar al máximo nuestro tiempo juntos, es por ello que este bon week-end se convirtió en algo especial. Nos embarcamos en un proyecto muy lindo...contruir modelos a escala. Desde que mi hubby decidió  ser piloto, siempre tuvo la idea de tener su propio 727; y para mí, no podía faltar le Tour Eiffel :)
Realmente, M. y yo nos divertimos mucho con este tipo de cosas, mi teoría es que no somos una pareja común y corriente...hacemos de nuestra vida una aventura y de nuestras situaciones, miles de sonrisas. Cursi? lo admito. Pero ese ha sido el secreto de casi 4 años juntos...ahhh l'amour!!
Durante este tiempo que estuve sin escribir, surgieron todo tipo de cambios. Uno de ellos, y quizás el más drástico, fue encontrar un nuevo apartamento. Mudarse es siempre una experiencia única,. No lo voy a negar, hubo momentos de tensión, frustración, emoción, pero el esfuerzo valió la pena. Desde ese entonces, nos hemos dedicado a la tarea de decorarlo y hacerlo sentir como, dice mi hermano, "a grown-up apartment". Este pasado domingo, invitamos al resto de la familia para que conocieran nuestro nuevo hogar y, esta vez, como toda una New Yorker, decidí que era tiempo de regalarles un postre muy especial...
Cheesecake! te preguntarás, que tiene que ver CHEESECAKE con la vie en France?! Nada, lo acepto. De hecho, este postre no es muy común en la tierra de los francos. Sin embargo, he podido darme cuenta de que su versión es mucho más ligera que la conocida en América. En Francia, es necesario utilizar gelatina como elemento principal y este obtiene su sabor particular gracias al queso Neufchâtel, originario de la región de Normandie. Este queso, uno de los más reconocidos y antiguos en Francia, tiene una textura granulada y suave, similar al Camembert, pero con sabor a hongos!

Aún no te convenzo de que Francia si tiene que ver con nuestro Cheesecake? Pues bien. Aquí voy de nuevo. Durante finales del siglo XIX, un granjero de New York, llamado William Lawrence, creó lo que conocemos hoy en día como Cream Cheese a partir del queso Neufchâtel. Ha! Ahora sí no puedes decir que no logré mi cometido. Gracias a Francia y sus bondades podemos disfrutar de este delicioso manjar!
 
êtes-vous prêt?! Bueno, yo sí estoy lista para hacerte una confesión. La idea principal era hacer unos très petites cheesecakes. Sin embargo, los Nilla Wafers fueron muy grandes para el molde de mini-cupcakes y muy pequeños para los capacillos de papel :( Estaba decidida a preparar el típico crust (galletas trituradas y mantequilla derretida), cuando recorde que tenía un paquete, casi vacío, de galletas Verona. Estas últimas son ligeramentes más grandes que las Nilla y con un toque de fresa en el centro. Siendo sincera, pienso que esto fue un verdadero "plus" en mi receta.
En las fotografías de arriba puedes ver la diferencia; pero todo es cuestión de gustos! tú puedes utilizar la opción que más se adapte a tí ;)

Así transcurrió la tarde. Hubby continuaba enfocado en su proyecto mientras yo trataba de aplazar el mío. No lo tomes a mal, haber encontrado esta maravillosa réplica a escala de la Torre Eiffel en una tienda vintage fue un sueño, sólo que...construir cosas no es mi punto fuerte. A menos que lo que construya sea comestible!

Pues bien, antes de empezar a explicarte esta simple y deliciosa receta, quiero aclararte ciertos puntos. New York es conocida por ser la Capital del mundo, pero también por su ridículamente exquisito Cheesecake. Dentro de la Gran Manzana y sus alrededores, existen dos versiones de este postre: Jewish-style Cheesecake e Italian-style Cheesecake. El primero, fue originado por los judíos, quienes utilizaron como elemento principal la crema de queso.

Los italianos, por su parte, emplean el queso Ricotta como ingrediente primordial. Lo cierto es que ambas variedades de Cheesecakes consiguen sus raíces en inmigrantes, quienes son pilares fundamentales de la cultura Newyorkina. Las dos versiones tienen una preparación similar: un crust o base realizado a partir de galletas (Graham), huevos y azúcar. Posiblemente, la única real diferencia es que una utiliza cream cheese y la otra ricotta, también en el estilo italiano se le pueden agregar frutas confitadas. C'est tout!

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Para comenzar, es indispensable que la crema de queso mantenga una temperatura ambiente. Recomiendo esto al máximo pues, de lo contrario, a la hora de hornear, el Cheesecake podría quebrarse o terminar con ciertos grumos. No debes sobre batirlo,;con una cucharada de madera realiza movimientos envolventes hasta conseguir una textura suave y cremosa, evitando a toda costa llenar la mezcla con demasiado aire. Recuerda, estas preparando algo delicado como un cheesecake...no una torta!

Una vez que la crema de queso está suave, es hora de agregarle el resto de los ingredientes. No olvides mantener un movimiento delicado, pero aseguráte de que todo este combinado perfectamente. Por cierto, empieza con media cucharadita de limón y ve probando el sabor a medida que mezclas. Es indispensable no agregarle demasiado jugo de limón o tu Cheesecake terminará con un sabor ácido, nada agradable :(

Sí tu mezcla obtuvo una textura líquida y suave...très bien! haz completado parte del camino ;)
Aproximadamente 3 cucharadas de la misma serán suficientes para cada capacillo de papel. Un Cheesecake no "crece" como una torta común y corriente, debido a la falta de harina y polvo de hornear, sin embargo, por estética, te aconsejo que no llenes mucho cada cupcake liner. LLevalos al horno por 15 o 20 minutos, a 350 F. 
A este punto, debo admitir que estaba un poco nerviosa por los resultados. No era mi primera vez haciendo Cheesecakes, pero tenía años sin hornear uno...from scratch! La espera para mí se hacía larga, así que Kabbaby y yo decidimos comer algo y continuar con nuestros respectivos proyectos. (ehem...si, ese es Mik empezando a construír MI Tour Eiffel...C'est dommage!!). Mi esposo estaba sumamente emocionado con su avión, tanto así que aseguró querer compartir con nuestro futuro hijo este hobbie! Yo, por mi parte, podría enseñarle a mi hija como hornear croissants au beurré y preparar unos hot dogs con relish...ahhh la maravilla de dos culturas!

Voilà!!! Nuestros Mini Cheesecakes están listos! Al estar fuera del horno, debes dejarlo reposar por espacio de 10 minutos y agregarle las frutas preservadas o en conserva. En este caso, yo utilicé Raspberry Preserve. Es primordial que los Cheesecakes se mantengan refrigerados por al menos 2 horas o, sí es posible, toda la noche. Esto permitirá que obtenga una consistencia firme y uniforme los sabores.

Una de las preguntas más comunes has sido cómo saber cuando un Cheesecake está listo. Esto es un reto para la mayoría de las personas pues creen que éste debe estar compacto al sacarlo del horno y, la verdad, están en un error. El Cheesecake estará perfecto cuando los bordes se ven uniformes pero el centro del mismo aún se mueve un poco. C'est normal! Terminará de "cocinarse" al estar en el refrigerador.

 


...et Bon Appetit! à demain!! ;)





Receta adaptada de Bakerella

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