July 29, 2010

Aquí vamos de nuevo!

Desde hace algún tiempo, en mi cabeza ha rondado la idea de empezar a cocinar...no es que no sepa hacerlo, solo que ahora pienso en un manera más profesional. En este tiempo de "vacaciones" (entiendáse mudanza, trabajos por aquí y por allá, o más resumidamente períodos de pereza) he realizado miles de búsquedas a través de la web sobre la cultura francesa. Una cosa, me llevó a la otra. Siendo muy pequeña comencé a interesarme por Francia...sin embargo, no fue hasta que llegué a New York cuando descubrí que practicamente tengo al país de vinos y quesos sobre mis pies! paradójico cierto? eso mismo pensé yo. Cómo es posible que en la gran manzana pudiera descubrir y sentirme parte de la cultura francesa? muy sencillo...New York City está repleta de un mundo diverso donde puedes llegar a estar en cualquier rinconcito del universo, inclusive si nunca fuiste ahí.

Y este, es mi caso. Paris siempre ha sido mi norte; más que una obsesión se ha convertido en un modo de pensar y de vivir, de transformar y evolucionar. Si algo debo admitir es que me siento lo suficientemente parisina, incluso más que algunos franceses en New York...tomando en cuenta que lo más cerca que he estado de esta ciudad es la realidad de que vivo en el mismo país donde se encuentra Paris...Paris, Texas. Mismo nombre, pero definitivamente no el mismo ambiente!

Siendo nacida en Venezuela, me críe en un mundo lleno de platos típicos de Latinoamérica... arepas, fríjoles negros y empanadas estaban a la orden del día! Al casarme, deliberadamente entendí que de pasta y pollo no se vive. Quería experimentar, descubrir...tener un propósito en la cocina más que la filosofía de estar feliz de cocinar si mi esposo está feliz de lavar los platos. Fue así como encontré una nueva devoción a la cultura francesa, más específicamente a su gastronomía...pero, quién ha dicho que cambiar jugo de mango por Champagne Lecler Briant sea fácil? por supuesto no lo es! Aún tengo problemas tratando de vivir "a la française"; desde encontrar sin éxito los más frescos ingredientes en un área de polacos y dominicanos (sí, una mezcla muy extraña pero que solo en NYC puede pasar) hasta batallar con la tarjeta de débito para poder pagar "mis experimentos". Divertido? tal vez no, simplemente frustrante.

 En la web, puedes encontrar cientos de miles de millones de blogs alrededor de todo el mundo quienes, exitosamente o no, publican sus recetas para gritarle al mundo que también son parte de la franco-gastronomía. Aterrador, cierto? Cómo se supone que tengo chance de convertirme en una Chef profesional, si hasta ahora ni se por donde comenzar!? Esa pregunta navegaba en mi mente durante el día y la noche. No era solo cocinar, era demostrar que puedo estar a la altura de cada persona que tenga a Joël Robuchon en un pedestal.  Entonces, aquí vamos -me dije-. Miles de recetas encontradas, una chef amateur venezolana y mi cocina americana no lo suficientemente equipada, tratando de que la Julia Child que vive en mi salga de una vez por todas y comience a  revolucionar mi ahora vida newyorkina. Sí, tal vez haga un poco de trampa...no siempre puedes esperar encontrar un baguette real o los mejores ingredientes para hacer un Tartiflette en medio de Queens Boulevard (por cierto, tampoco esperes encontrarlos por 3 dólares cada uno).

En lo personal, la cocina francesa de trata de simplicidad siendo arte, de lo más complejo siendo sublime; es poder experimentar cada uno de los sabores utilizados a través de la ciencia de degustar. Esa es la diferencia más específica que he podido denotar viviendo en New York. Los americanos estan acostumbrados a comer en un abrir y cerrar de ojos, sin utilizar los sentidos para ello y dejando a un lado los verdaderos principios de cada plato servido. A través de cada lectura, he podido conocer la sensualidad real que los franceses declaman como suya y, es muy sencillo, los galos experimentan cada bocado según sus cinco sentidos.

Durante mi larga estadía en los Estados Unidos, he podido comprobar que la comida rápida, el fat-free o la moda de comida orgánica está más viva y latente que sentarse en la mesa a degustar un buen plato hecho en casa. Yo lo acepto, soy culpable de caer en las redes del consumismo masivo de Fast-Food; y quizás por eso deseo adaptar en cierto modo mi estilo de vida "americano" a la Cuisine Française...aunque esto implique unos cuantos dolores de cabeza. De esta manera, inicia mi largo recorrido en búsqueda de aventuras inmersas en el lado francés de la vida; con una pequeña cocina, pocos instrumentos para realizar mis creaciones pero con unas ganas enormes de conquistar nuevos sabores o texturas que abran mis horizontes hacia nuevos mundos y aunque el panorama a veces no sea tan alentador, lo importante es experimentar con algunos toques americanos...A bientôt! :)

1 comment:

  1. Yo vivo en Paris y sueño con Latinoamerica... ¡Como es la vida! Me encanta tu blog, voy a seguir tus aventuras con la cocina francesa con mucho interés :D

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